Una Cosa

Cornelius R. Stam|Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13,14)

por el pastor Cornelius R. Stam

La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Two Minutes with the Bible, y más recientemente su versión en español, Dos Minutos con la Biblia, a los cuales puede suscribirse siguiendo los enlaces anteriores. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.

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Refiriéndose al gran Templo de Dios, que el rey David tan fervientemente esperaba construir, dijo:

Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. (Salmos 27:4 - RV1960)

De manera similar, cuando Marta de Betania se quejó ante Jesús de que María, sentada «a [sus] pies… oía su palabra» (Lucas 10:39), mientras la dejaba servir sola, el Señor respondió:

Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. (Lucas 10: 41,42)

Hoy, con respecto al mensaje de gracia del Señor ascendido y glorificado, el apóstol Pablo nos exhorta: «La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros» (Colosenses 3:16). Maravillosos resultados siguen a tal determinación de conocer a Cristo a través de la Palabra.

Cuando el Señor Jesús abrió los ojos del mendigo ciego, el pobre fue inmediatamente perseguido por los líderes religiosos de la época. No pudo responder todas sus preguntas, pero sí pudo responder la más importante para sí mismo:

Una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo. (Juan 9:25)

El resto de la narración relata cómo el mendigo ciego también recibió la vista espiritual cuando, cara a cara con el Hijo de Dios, exclamó: «Creo, Señor; y le adoró» (Juan 9:38).

Pero, ¿qué pasa con nuestra conducta después de que se nos ha concedido la vista espiritual? El creyente más consagrado reconocerá que muchas veces no está a la altura de la luz que ha recibido. Pablo, por inspiración, nos da también la solución a este problema, diciendo:

Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13,14)


Al lector (por Berean Bible Society): Algunos de nuestros artículos de Dos minutos fueron escritos hace años por el pastor C. R. Stam para publicarse en periódicos. Cuando muchos de estos artículos se compilaron posteriormente en forma de libro, el pastor Stam escribió esta palabra de explicación en el prefacio: "Hay que tener en cuenta que la columna del periódico, Dos minutos con la Biblia, se publica desde hace muchos años, por lo que los acontecimientos locales, nacionales e internacionales se discuten como si hubieran ocurrido recientemente. En lugar de reescribir o fechar estos artículos, los hemos dejado tal como estaban cuando se publicaron por primera vez. Esto, nos pareció, añadiría interés, especialmente porque nuestros lectores saben que aparecieron por primera vez como artículos de periódico". A esto añadiríamos que lo mismo ocurre con los artículos escritos por otros que seguimos añadiendo, periódicamente, a la biblioteca de Dos minutos. Esperamos que esté de acuerdo en que, aunque algunas de las referencias de estos artículos son de hace tiempo, las verdades espirituales que enseñan son atemporales.

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