Una Causa Digna – I Samuel 17:29

John Fredericksen|Cuando Estados Unidos fue atacado el 11 de septiembre, sacudió a nuestra nación hasta lo más profundo.

por el pastor John Fredericksen

La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation, y más recientemente su versión en español, Transformación Diaria, a los cuales puede suscribirse siguiendo los enlaces anteriores. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.

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Cuando Estados Unidos fue atacado el 11 de septiembre, sacudió a nuestra nación hasta lo más profundo. Casi de inmediato, hubo una oleada patriótica de personas que se unieron voluntariamente a las fuerzas armadas para defender nuestro país. Entre estos valientes hombres y mujeres se encontraba Pat Tillman, que ganaba mucho dinero como jugador de fútbol profesional. Se unió a los Rangers del Ejército en 2002 y sirvió honorablemente hasta que lo mataron en Afganistán. ¿Por qué Tillman dejó su hogar, su familia y una carrera lucrativa? Podría haber respondido con una pregunta: «¿Es que no hay una causa?».

A veces, las cosas más importantes de una historia se pierden en la familiaridad o en los detalles voluminosos. Te pedimos que veas algo nuevo y emocionante del antiguo relato de David desafiando y derrotando a Goliat. Cuando los filisteos reunieron sus ejércitos para atacar a Israel, su campeón, Goliat, infundió un miedo paralizante en el corazón de Israel y del rey Saúl. Nadie lo desafiaría hasta que llegara el joven David. Evaluando rápidamente la situación, estuvo dispuesto a luchar contra Goliat, declarando a todos: «¿Es que no hay una causa?»1 (I Samuel 17:29). La respuesta fue: «Sí». El pueblo de Dios, la tierra prometida de Dios y el nombre de Dios estaban siendo atacados. Por lo tanto, David se ofreció como voluntario para ir a la batalla contra Goliat (I Samuel 17:32), y lo hizo de la manera correcta y por las razones correctas. Estaba dispuesto a luchar porque este filisteo estaba dispuesto a provocar «a los escuadrones del Dios viviente» (I Samuel 17:26 - RV1960). En otras palabras, estaba en juego el testimonio de Jehová y había que defender su integridad. David fue a la batalla, no en su propio nombre, sino «en el nombre de Jehová de los ejércitos» (I Samuel 17:45). Defender el nombre de Dios es siempre una causa digna. David estaba dispuesto a ir a la batalla porque lo hizo, no con la confianza de su propia carne, sino con la confianza de que Dios le daría la victoria (I Samuel 17:37,47). En otras palabras, sería obra de Dios y Dios recibiría la gloria. Como David tenía una causa noble, creía que Dios bendeciría sus esfuerzos. David fue a la batalla con el propósito de que una victoria dada por Dios mostrara a «toda la tierra… que hay Dios en Israel» (I Samuel 17:46). Llevar un poderoso testimonio del Señor ante las almas perdidas era una causa por la que valía la pena luchar.

Preguntaríamos a cada cristiano: «¿Es que no existe una causa?» Las almas perdidas necesitan escuchar el evangelio, las personas de todas las edades necesitan que se les enseñe la Palabra de Dios y las iglesias necesitan personas fieles para promover la causa de Cristo. ¿Te presentarás a trabajar?

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