por el pastor John Fredericksen
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation, y más recientemente su versión en español, Transformación Diaria, a los cuales puede suscribirse siguiendo los enlaces anteriores. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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Las instrucciones claras y precisas son vitales. Después de que un avión chocara contra el World Trade Center el 11 de septiembre, un empleado de Aon Insurance Company en el piso 93 había comenzado a escapar. Pero regresó a su oficina porque los agentes de seguridad anunciaron que el edificio era seguro y que todos debían permanecer adentro hasta que les dijeran que se fueran. Antes de morir, habló con su padre por teléfono y le dijo: «¿Por qué los escuché? No debería haberlo hecho».
Se produjo un desastre cuando Adán y Eva pecaron en el Jardín del Edén. Sumieron a toda la raza humana en la culpa del pecado, condenándonos a cada uno de nosotros al castigo eterno en el Lago de Fuego. Nuestra única esperanza es ser rescatados. Desafortunadamente, hay muchas voces que envían instrucciones erróneas, lo que hace que muchos permanezcan confundidos en cuanto a cómo escapar de la destrucción eterna. Algunas voces dicen que no existe el infierno. Otras voces dicen que solo puedes escapar si realizas determinadas obras religiosas, o si eres miembro de su iglesia. Trágicamente, algunas voces tergiversan el mensaje que señala la cruz del Calvario como nuestra única esperanza al decir cosas como: «Entrega tu corazón a Jesús» o «Haz de Jesús el Señor de tu vida». Es imperativo que nosotros, que conocemos a Cristo como Salvador, usemos palabras bíblicas claras y precisas cuando persuadamos a otros a huir de la destrucción eterna. Efesios 1:13 (RV1960) nos dice que es cuestión de elegir confiar únicamente en Cristo. Este versículo dice: «En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación… [habéis] creído en él…» Debemos colocar toda nuestra confianza en el Señor Jesucristo como nuestra única esperanza de perdón y vida eterna. «Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y… fue sepultado, y… resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras» (I Corintios 15:3-4). Debemos confiar en Su muerte como pago por nuestros pecados y aceptar la vida eterna como un «don gratuito» (Romanos 5:15-16,18). No debemos confiar en nuestro mérito, porque «… por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe» (Efesios 2:8-9).
Asegúrate de que tu presentación del evangelio sea clara y precisa. Enfatiza que las almas perdidas necesitan confiar solo en la obra consumada de Cristo.
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