La EncarnaciĆ³n De Cristo

Paul M. Sadler|HistĆ³ricamente, es un hecho bien establecido que JesĆŗs de Nazaret naciĆ³ en BelĆ©n en los dĆ­as del Rey Herodes.

por el pastor Paul M. Sadler

La Sociedad BĆ­blica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artĆ­culos devocionales con el nombre Two Minutes with the Bible, y mĆ”s recientemente su versiĆ³n en espaƱol, Dos Minutos con la Biblia, a los cuales puede suscribirse siguiendo los enlaces anteriores. En 2T15, publicamos traducciones al espaƱol de dichos artĆ­culos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendiciĆ³n para su vida.

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HistĆ³ricamente, es un hecho bien establecido que JesĆŗs de Nazaret naciĆ³ en BelĆ©n en los dĆ­as del Rey Herodes. Mateo y Lucas registran la llegada de nuestro SeƱor con una simplicidad notable que incluso un niƱo puede entender. Pero es el ApĆ³stol de los Gentiles quien explica el significado de la encarnaciĆ³n de Cristo.

SegĆŗn Pablo

Cuando Cristo dejĆ³ la gloria del cielo, Ɖl como Dios, se despojĆ³ de la manifestaciĆ³n externa de Sus atributos. Era esencial que el SeƱor velara la gloria de Su deidad para que la humanidad pecadora pudiera existir en Su presencia.

—Filipenses 2:6,7

La entrada de Cristo al mundo fue por medios naturales, como cualquier otro nacimiento. NaciĆ³ de la mujer para poder realizar la gran obra de la redenciĆ³n.

—GĆ”latas 4:4,5

Nuestro SeƱor se humillĆ³ al adoptar una forma humana sin pecado para que Ɖl pudiera experimentar todas las pruebas y tentaciones que encontramos. Por lo tanto, tomĆ³ sobre sĆ­ forma de siervo para ministrar a los demĆ”s.

—Filipenses 2:7,8

En este Vaso puro y sin pecado fueron derramados nuestros pecados e iniquidades. Como resultado, Ɖl fue hecho pecado por nosotros para que Su justicia fuera imputada a nosotros.

—II Corintios 5:21

El pesebre y la cruz se encuentran en extremos opuestos de la vida terrenal de nuestro SeƱor, pero estĆ”n conectados de manera Ćŗnica por una revelaciĆ³n especial dada a Pablo, que “Cristo JesĆŗs vino al mundo para salvar a los pecadores”. Se ha dicho: “Aunque Cristo nazca mil veces en BelĆ©n, si no nace en ti, tu alma todavĆ­a estĆ” desamparada”.

Aunque la tradiciĆ³n muchas veces eclipsa la verdad, que Dios, en Su infinita gracia, nos use como instrumentos para mostrar a un mundo perdido y moribundo el Camino, que es Cristo JesĆŗs.


Al lector (por Berean Bible Society): Algunos de nuestros artĆ­culos de Dos minutos fueron escritos hace aƱos por el pastor C. R. Stam para publicarse en periĆ³dicos. Cuando muchos de estos artĆ­culos se compilaron posteriormente en forma de libro, el pastor Stam escribiĆ³ esta palabra de explicaciĆ³n en el prefacio: “Hay que tener en cuenta que la columna del periĆ³dico, Dos minutos con la Biblia, se publica desde hace muchos aƱos, por lo que los acontecimientos locales, nacionales e internacionales se discuten como si hubieran ocurrido recientemente. En lugar de reescribir o fechar estos artĆ­culos, los hemos dejado tal como estaban cuando se publicaron por primera vez. Esto, nos pareciĆ³, aƱadirĆ­a interĆ©s, especialmente porque nuestros lectores saben que aparecieron por primera vez como artĆ­culos de periĆ³dico”. A esto aƱadirĆ­amos que lo mismo ocurre con los artĆ­culos escritos por otros que seguimos aƱadiendo, periĆ³dicamente, a la biblioteca de Dos minutos. Esperamos que estĆ© de acuerdo en que, aunque algunas de las referencias de estos artĆ­culos son de hace tiempo, las verdades espirituales que enseƱan son atemporales.

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