El Prudente Y El Otro

John Fredericksen|Nuestro Señor es Maestro de todas las cosas, incluido el uso de ilustraciones.

por John Fredericksen

La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica semanalmente en su sitio web artículos devocionales con el nombre More Minutes with the Bible, al cual puede suscribirse siguiendo en enlace anterior. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.

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Un extracto del comentario del pastor John Fredericksen sobre Mateo

¿Quién es un hombre sabio, o qué hace sabio a un hombre, según Cristo?

Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. (Mateo 7:24-27 - RV1960)

Nuestro Señor es Maestro de todas las cosas, incluido el uso de ilustraciones. En este caso, el Señor Jesús dio una ilustración cuyo significado era tan obvio que todos los que lo oyeron entendieron. Sin embargo, también podría incluir en esa ilustración un significado mucho más profundo que sólo aquellos que prestaran mucha atención y conocieran las Escrituras comprenderían plenamente. Examinemos ambos.

  • El significado obvio de esta ilustración fue que nuestro Señor instó a estos discípulos a no ser simplemente «oidores» de Sus palabras, sino «hacedores» (Santiago 1:22).
    • Aquellos que escogieron buscar «… primeramente el reino de Dios» (Mateo 6:33), y entrar «por la puerta estrecha» de la obediencia estricta (Mateo 7:13), entraría al Reino y recibiría la vida eterna.
    • Estos seguidores obedientes serían, en sentido figurado, como un hombre sabio que construye su casa sobre un fundamento sólido. El fundamento aquí sería Su doctrina. Su obediencia los mantendría para siempre seguros y protegidos en la vida eterna.
    • Aquellos que no continuaban obedeciendo Su doctrina eran comparados con alguien que construye una casa espiritual sobre arena. Así como esa casa se derrumbaría y caería, ellos también lo harían, sin la obediencia que trajo la vida eterna o la entrada al Reino Milenario que esperaba a Israel.
  • Descubrimos el significado más profundo de esta ilustración al observar de cerca el simbolismo de varias palabras clave y rastrear su uso en otras partes de las Escrituras.
    • La palabra «Roca» en las Escrituras se refiere consistentemente al Señor.
      • Moisés cantó al Señor diciendo: «El es la Roca… Dios de verdad…» (Deuteronomio 32:4).
      • David escribió: «Jehová, roca mía y castillo mío…» (Salmos 18:2).
      • Pedro citó a sus compañeros judíos: «Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado» (1 Pedro 2:6; ver también Hechos 4:11). Pedro estaba llamando a Cristo, Dios, provisión del Padre para la vida.
      • Cuando Cristo dijo: «Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace… [es como] un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca» (Mateo 7:24), estaba instando a sus oyentes a edificar su esperanza de vida eterna en Él, la roca de su salvación (Salmos 95:1).
    • La palabra «casa» representó consistentemente a Israel.
      • Este es un término figurado que usamos en este sentido hasta el día de hoy. Por ejemplo, la Casa de Windsor representa a la familia con ese nombre. Asimismo, en 1 Timoteo 3:5, un anciano debe «gobernar su propia casa». Obviamente, lo que se tiene en cuenta no es la casa, sino a quién representa.
      • Con mucha frecuencia, el Señor se refirió a toda la nación de Israel como la «casa de Israel» (Compárese con Éxodo 16:31; 40:38; Levítico 10:6; 17:3).
      • En Mateo 7:24, nuestro Señor tiene una implicación sutil para la casa de Israel: necesita construir su casa espiritual sobre Él. Estarían a salvo si lo hicieran, y correrían peligro si no lo hicieran.
    • Los «vientos» que soplarían, la «lluvia» y los «ríos» representaban la marea venidera del juicio de Dios, lista para caer sobre Israel en la Tribulación. Desde los días de Daniel y los profetas, este tiempo había sido predicho.
      • Todo el capítulo veinticuatro de Mateo trata de la Tribulación que precederá al establecimiento del Reino de Cristo. Allí, el Señor se refirió a las pruebas de estos días como «los días de Noé» (Mateo 24:37).
      • Lo primero que nos viene a la mente cuando pensamos en Noé es el juicio de Dios en un diluvio mundial (Génesis 6-9). Seguramente, fue lo mismo para cada judío que escuchó a nuestro Señor referirse a Noé. Desde hace mucho tiempo, este hombre había llegado a representar el juicio de Dios.
      • Por lo tanto, en el contexto del Sermón del Monte, Israel solo estaría a salvo durante el juicio venidero de Dios en la Tribulación si construyeran su vida espiritual sobre Cristo.

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