por el pastor Kevin Sadler
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Two Minutes with the Bible, y más recientemente su versión en español, Dos Minutos con la Biblia, a los cuales puede suscribirse siguiendo los enlaces anteriores. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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Pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo… (1 Tesalonicenses 1:5 - RV1960)
En el segundo viaje apostólico de Pablo, Pablo, Silas y Timoteo habían comunicado la verdad del evangelio de la gracia de Dios a los Tesalonicenses. Sin embargo, Pablo reconoció que no era su elocuencia lo que había llevado a la gente a la fe en Cristo. El evangelio había llegado a la iglesia de Tesalónica en palabras, pero “no… en palabras solamente”.
“John Stott comparte la siguiente historia de 1958, cuando dirigía una misión universitaria en Sydney, Australia. El día antes de la reunión final, Stott recibió la noticia de que su padre había fallecido. Además de su dolor, Stott también estaba empezando a perder la voz. Así es como Stott describe el último día de la misión”:
“‘Ya estaba avanzada la tarde a pocas horas de la reunión final de la misión, así que no sentí que pudiera dar marcha atrás en ese momento… . Cuando llegó el momento de dar mi discurso… tuve que acercarme a media pulgada del micrófono y grazné el evangelio como un cuervo. No podía ejercer mi personalidad. No podía moverme. No podía usar ninguna inflexión en mi voz. Grazné el evangelio en tono monótono’”.
“‘… He regresado a Australia unas diez veces desde 1958, y en cada ocasión alguien se me acercó y me dijo: “¿Recuerdas esa reunión final? ¿En la universidad, en el gran salón?” “La recuerdo bien”, respondo. “Bueno”, dicen, “esa noche me convertí”’”.
“Stott concluye: ‘El Espíritu Santo toma nuestras palabras humanas, dichas con gran debilidad y fragilidad, y las hace llegar con poder a la mente, el corazón, la conciencia y la voluntad de los oyentes…’”1
La verdad del evangelio tiene poder. Es por gracia que el Espíritu Santo usa nuestras palabras y nuestra proclamación del evangelio para salvar almas. Lo hace, incluso cuando las palabras se pronuncian con debilidad, cuando tropezamos con las palabras, cuando no respondemos bien a las preguntas e incluso cuando estamos seguros de que lo hemos arruinado.
La conversión de las almas no depende de hábiles técnicas de venta, de una retórica poderosa o de una lógica convincente de nuestra parte. El poder está en la verdad del evangelio y el Espíritu Santo. Simplemente, estamos llamados a dar a conocer el evangelio, y el Espíritu Santo obra a través de nuestra fidelidad para compartir Su verdad. Incluso si parece que hemos fallado cuando compartimos el evangelio, en realidad nunca lo hacemos. Según la manera en que Dios lo ve, “nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús” (2 Corintios 2:14) cuando manifestamos el conocimiento del Salvador y las buenas nuevas de Su obra consumada.
Al lector (por Berean Bible Society): Algunos de nuestros artículos de Dos minutos fueron escritos hace años por el pastor C. R. Stam para publicarse en periódicos. Cuando muchos de estos artículos se compilaron posteriormente en forma de libro, el pastor Stam escribió esta palabra de explicación en el prefacio: "Hay que tener en cuenta que la columna del periódico, Dos minutos con la Biblia, se publica desde hace muchos años, por lo que los acontecimientos locales, nacionales e internacionales se discuten como si hubieran ocurrido recientemente. En lugar de reescribir o fechar estos artículos, los hemos dejado tal como estaban cuando se publicaron por primera vez. Esto, nos pareció, añadiría interés, especialmente porque nuestros lectores saben que aparecieron por primera vez como artículos de periódico". A esto añadiríamos que lo mismo ocurre con los artículos escritos por otros que seguimos añadiendo, periódicamente, a la biblioteca de Dos minutos. Esperamos que esté de acuerdo en que, aunque algunas de las referencias de estos artículos son de hace tiempo, las verdades espirituales que enseñan son atemporales.
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