por el pastor John Fredericksen
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation, y más recientemente su versión en español, Transformación Diaria, a los cuales puede suscribirse siguiendo los enlaces anteriores. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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“Descanse en paz” se ha convertido en una expresión común utilizada cuando alguien fallece. Se dijo de los que murieron en el ataque del 11 de septiembre, después de los tiroteos de Sandy Hook, cuando las celebridades mueren por drogas o por suicidio, e infinidad de veces respecto de figuras menos públicas. Se ha arraigado en nuestra cultura pensar que aquellos que mueren descansan en paz. Este concepto se ve reforzado por los ataúdes que parecen una cama lujosa. Pero, ¿descansan en paz todos los que mueren?
La escena futura que el apóstol Juan presencia en Apocalipsis 14 abarca los siete años completos de la Tribulación. El versículo 6 se refiere a un ángel que proclama “el evangelio eterno” a todas las naciones del mundo. Este no es nuestro actual Evangelio de Gracia. Es el Evangelio revivido del Reino, que ofrece vida eterna a quienes confían en el Señor Jesús como el Mesías prometido de Israel y Salvador del mundo. El versículo 7 advierte sobre el juicio venidero e insta a adorar solo al Señor Jesús, quien creó el mundo. El versículo 8 anuncia que Babilonia (que describe la adoración vil y mundana del Anticristo) ha caído. Esto no ocurrirá hasta el final de la Tribulación. Mientras cada alma en cada país fue previamente advertida de adorar solo a Cristo, otro ángel anuncia que aquellos que rechacen al Salvador y adoren a la bestia, tomando su marca, serán “atormentado con fuego y azufre… por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche…” (Apocalipsis 14:10-11 - RV1960). Claramente, los perdidos que rechazan la salvación eterna mediante la fe en Cristo no “descansarán en paz”. Por el contrario, no tendrán descanso en un “tormento” interminable. Pero debemos recordar que será su elección no prestar atención a las advertencias divinas y a las ofertas de vida eterna. Compara esto con la promesa dada a los santos mártires, a quienes se les dice: “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor… descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen” (Apocalipsis 14:13). A estos santos de la tribulación se les dará “descanso” de la persecución y tortura terrenales. Podrán esperar en tranquilidad hasta que sean resucitados en su prometido Reino Milenial, donde les espera una recompensa proporcionada.
Si bien estas descripciones se aplican específicamente a aquellos en la Tribulación, existen principios paralelos para aquellos en cada dispensación. Todos los que rechacen a Cristo sufrirán un “tormento” interminable en el Lago de Fuego. Será su elección. Solo aquellos que confían en Cristo son “bendecidos” con vida eterna y descanso. Pregúntale a alguien hoy si quiere “descansar en paz”.
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