por el pastor John Fredericksen
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation, y más recientemente su versión en español, Transformación Diaria, a los cuales puede suscribirse siguiendo los enlaces anteriores. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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Ha sido un bendito privilegio para este escritor conocer a varias personas muy piadosas. Entre ellos estaba Lois, la madre de mi mejor amiga en la universidad. Ella personificó a las “santas mujeres” de la antigüedad (I Pedro 3:1-6 - RV1960) que tenían un caminar constante y cercano al Señor mientras cultivaban la piedad genuina del “[ornato] interno… del corazón” (I Pedro 3:4). Ella brindó un ejemplo amable y piadoso a su esposo y a sus hijos. Lois leía su Biblia diariamente, oraba con frecuencia, aludía a las Escrituras, se sometía a su esposo, daba sabios consejos bíblicos y era simplemente fiel.
Dios nos deja intencionalmente un registro escrito en las Escrituras acerca de varios creyentes que, asimismo, tuvieron una relación consistentemente cercana con Él. Génesis 6:9 nos dice: “… con Dios caminó Noé”. Mientras que el mundo que lo rodeaba se había vuelto tan vil que ya no querían “tener en cuenta a Dios”, “cambiaron la verdad de Dios por la mentira” y “honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador” (Romanos 1:28,25), Noé caminó con Dios. Su relación quedó demostrada en su obediencia para construir el arca durante 120 años, aunque probablemente fue ridiculizado por los perdidos. Asimismo, “caminó Enoc con Dios… trescientos sesenta y cinco años” (Génesis 5:22-24). También debe haber habido algo muy cercano, único y consistente en su caminar diario con el Señor, porque “le llevó Dios” a Su presencia (Génesis 5:24), evitándole los dolores de la muerte física. Leví era “mensajero… de Jehová de los ejércitos” a través de quien Israel aprendería “la ley [mosaica] de verdad [que] estuvo en su boca” (Malaquías 2:6-7). Era digno de ser el instrumento de Dios en el ministerio espiritual, porque “iniquidad no fue hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad” (Malaquías 2:6). Además, parece que “… los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría [de la Palabra escrita de Dios], y de su boca el pueblo buscará la ley” (Malaquías 2:7). Durante la era temprana de Hechos, Apocalipsis 3:4 se refiere a “unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras [con conducta pecaminosa]; y andarán conmigo en vestiduras blancas [en un estado eterno], porque son dignas”.
Que estos ejemplos nos animen a nosotros también a hacer que nuestra máxima prioridad sea practicar un caminar constante con Dios. A partir de hoy, propongámonos comenzar cada día con oración, tiempo para leer la Palabra de Dios, una práctica alejada del pecado y constancia, sin importar ningún obstáculo.
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