Una Relación Personal Cercana

John Fredericksen|Poco después de conocer a la mujer que se convirtió en mi esposa, supe que ella era la indicada para mí.

por el pastor John Fredericksen

La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Two Minutes with the Bible, y mÔs recientemente su versión en español, Dos Minutos con la Biblia, a los cuales puede suscribirse siguiendo los enlaces anteriores. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.

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Poco despuĆ©s de conocer a la mujer que se convirtió en mi esposa, supe que ella era la indicada para mĆ­. Era difĆ­cil de explicar, pero ella habĆ­a capturado mi corazón. Pensaba en ella nada mĆ”s despertarme por la maƱana, continuamente durante el dĆ­a, y ella era una de las Ćŗltimas cosas en las que pensaba antes de irme a dormir. Constantemente busquĆ© una relación con ella permitiendo que todas las demĆ”s relaciones se volvieran secundarias. No solo le confirmĆ© que la amaba, sino que tambiĆ©n le expresĆ© que ella me satisfacĆ­a y me completaba como ninguna otra mujer podrĆ­a hacerlo.

Muchos de los mismos principios que hacen que las relaciones humanas cercanas funcionen son los mismos en el Ć”mbito de nuestra relación personal con el SeƱor, despuĆ©s de la salvación. Aunque el programa ha cambiado de la Ley de MoisĆ©s a los principios de la gracia, caminar con el SeƱor todos los dĆ­as es ahora esencialmente lo mismo que fue para David. En el Salmo 63, expresa muchas de las cosas que hicieron de su caminar diario con el SeƱor una experiencia tan dulce y gozosa.

David no tenĆ­a simplemente un interĆ©s pasivo en el SeƱor. Anhelaba una relación vibrante con el Dios de su salvación. Le dijo al SeƱor: “Mi carne te anhela, [como] En tierra seca y Ć”rida donde no hay aguas” (Salmos 63:1 - RV1960). Puesto que David escribió estas palabras “cuando estaba en el desierto de JudĆ””, donde el agua era extremadamente escasa, uso su entorno para ilustrar su necesidad del SeƱor. AsĆ­ como solo el agua puede satisfacer la necesidad de uno en el desierto, David se dio cuenta de que solo Dios podĆ­a satisfacer la sed de su alma.

Estas no fueron meras palabras vacĆ­as por parte de David. Prometió al SeƱor: “De madrugada te buscarĆ©” (Salmos 63:1). David, como Abraham antes que Ć©l (GĆ©nesis 19:27), tenĆ­a la costumbre de comenzar la primera parte de su dĆ­a en comunión con el SeƱor (Salmos 5:3). AsĆ­ como dos personas enamoradas anhelan verse, David anhelaba “ver tu poder y tu gloria, AsĆ­ como te he mirado en el santuario” (Salmos 63:2). A medida que transcurrĆ­a el dĆ­a, David seguĆ­a pensando en el SeƱor y hablando de Ɖl. Ć‰l escribió: “… Mis labios te alabarĆ”n. AsĆ­ te bendecirĆ© [o alabarĆ© en voz alta] en mi vida” (Salmos 63:3,4). Cuando un hombre y una mujer se aman, hablan con los demĆ”s sobre aquel a quien aman, ensalzando las virtudes del otro. Lo mismo ocurrió con David, quien felizmente expresó las virtudes del Todopoderoso.

El caminar de David con el SeƱor fue tan satisfactorio que no pudo evitar expresarlo. Le dijo al SeƱor: “Como de meollo y de grosura serĆ” saciada mi alma, Y con labios de jĆŗbilo te alabarĆ” mi boca… en la sombra de tus alas me regocijarĆ©” (Salmos 63:5,7). Cuando dos personas estĆ”n enamoradas y mantienen una relación sana y creciente, ellas tambiĆ©n toman la decisión consciente de estar satisfechas y felices cuando pasan tiempo juntas. David experimentó un gozo aĆŗn mĆ”s rico y completo al estar en la presencia satisfactoria de su Dios.

David no solo comenzaba su dĆ­a en comunión con el SeƱor y hablaba de Ɖl durante todo el dĆ­a, sino que tambiĆ©n terminaba su dĆ­a con el SeƱor. Ć‰l escribió: “Cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite en ti en las vigilias de la noche” (Salmos 63:6). Para los soldados y pastores, la noche se dividĆ­a en tres vigilias: desde el atardecer hasta las 10 p.m., desde las 10 p.m. hasta 2 a.m., y desde las 2 a.m. hasta el amanecer. En el versĆ­culo seis, David comparte que, durante la noche, a veces el sueƱo lo esquivaba porque incluso entonces estaba pensando en el SeƱor y Su grandeza.

David tambiĆ©n explicó: “EstĆ” mi alma apegada a ti” (Salmos 63:8). AsĆ­ como un joven muchas veces persigue con ahĆ­nco a una joven para ganarse su amor, David buscó fervientemente su relación con el SeƱor. Por supuesto, David no tenĆ­a que ganarse su amor. El SeƱor ya amaba a David. Sin embargo, David no fue casual ni complaciente en la forma en que cultivó su relación con el SeƱor. Su caminar con el SeƱor significaba demasiado para Ć©l como para que sus esfuerzos fueran menos que diligentes y sinceros. En principio, debemos ejercer el mismo tipo de esfuerzo en nuestra relación con el SeƱor que leemos que ejerció David.

¿EstĆ”s siguiendo al SeƱor con firmeza? Te animamos a que modeles tu caminar con Cristo siguiendo el ejemplo de la sinceridad de David. Haz un gran esfuerzo para que cada dĆ­a sea de comunión con el SeƱor de principio a fin.


Al lector (por Berean Bible Society): Algunos de nuestros artĆ­culos de Dos minutos fueron escritos hace aƱos por el pastor C. R. Stam para publicarse en periódicos. Cuando muchos de estos artĆ­culos se compilaron posteriormente en forma de libro, el pastor Stam escribió esta palabra de explicación en el prefacio: “Hay que tener en cuenta que la columna del periódico, Dos minutos con la Biblia, se publica desde hace muchos aƱos, por lo que los acontecimientos locales, nacionales e internacionales se discuten como si hubieran ocurrido recientemente. En lugar de reescribir o fechar estos artĆ­culos, los hemos dejado tal como estaban cuando se publicaron por primera vez. Esto, nos pareció, aƱadirĆ­a interĆ©s, especialmente porque nuestros lectores saben que aparecieron por primera vez como artĆ­culos de periódico”. A esto aƱadirĆ­amos que lo mismo ocurre con los artĆ­culos escritos por otros que seguimos aƱadiendo, periódicamente, a la biblioteca de Dos minutos. Esperamos que estĆ© de acuerdo en que, aunque algunas de las referencias de estos artĆ­culos son de hace tiempo, las verdades espirituales que enseƱan son atemporales.

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