por el pastor John Fredericksen
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation, y más recientemente su versión en español, Transformación Diaria, a los cuales puede suscribirse siguiendo los enlaces anteriores. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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Cuando algunos hombres buscan esposa, a menudo solo buscan la belleza física. Todo lo demás parece ser incidental. Cuando buscaba a la mujer adecuada para ser mi esposa, buscaba una combinación de cosas muy importantes. Sí, quería que fuera bonita. Pero necesitaba que ella conociera a Cristo como Salvador, que tuviera una mentalidad espiritual seria, que estuviera dispuesta a servir en el ministerio, que tuviera un espíritu dulce y que compartiera las mismas filosofías de vida. Sabía que cada uno de estos aspectos era de vital importancia para que fuéramos una buena pareja.
¿Qué buscas cuando estudias las Escrituras, ya sea en el estudio personal o sentado bajo un buen maestro de la Biblia? Lamentablemente, muchos parecen estar buscando solo una cosa: la doctrina académica. Por favor, no me malinterpretes. Todo creyente necesita un fundamento firme en la doctrina de la gracia para saber cómo vivir una vida agradable al Señor y ser lo suficientemente estable en las Escrituras para no ser arrastrado al error. Necesitamos doctrina, pero también debemos buscar más que información doctrinal cuando estudiamos la Palabra de Dios. Pablo le dijo a Timoteo lo que Dios quiere que busquemos en las Escrituras cuando escribió: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto [es decir, completo o maduro], enteramente preparado para toda buena obra” (II Timoteo 3:16-17 - RV1960). Piense detenidamente en este contenido. Mientras está siendo establecido en la sana doctrina, cada creyente debe permitir que las Escrituras reprueben conductas y actitudes incorrectas. Sin esto, no creceremos en piedad, sino que permaneceremos siempre endurecidos en hábitos pecaminosos. Una vez reprendidos, debemos permitir que Dios corrija comportamientos o actitudes incorrectas. La meta de Dios para nosotros es llegar a ser “conformes a la imagen de su Hijo” (Romanos 8:29), o más como Cristo. A medida que nos rendimos al Señor en este proceso, Él continuamente nos da instrucción en justicia (II Timoteo 3:16), si tan solo buscamos esto en Su Palabra. Sin este proceso de crecimiento espiritual, no seremos verdaderamente “perfectos”, maduros o completos, sin importar cuánta doctrina conozcamos. Finalmente, la corrección doctrinal por sí sola no nos califica para el ministerio. El crecimiento en piedad nos vuelve “equipado[s] para toda buena obra” (II Timoteo 3:17).
Si esta combinación no es lo que has estado buscando cuando estudias las Escrituras, deja que comience este viaje hoy y continúa en él todos los días en el futuro.
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