por el pastor John Fredericksen
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation, y más recientemente su versión en español, Transformación Diaria, a los cuales puede suscribirse siguiendo los enlaces anteriores. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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En 2016, los incendios forestales destruyeron más de 100.000 acres en Alaska, 3.559 acres en California, 17.787 acres en Nevada y 15.401 acres en Nuevo México. Eso suma más de 100 millas cuadradas. Muchas agencias gubernamentales advierten que esta tendencia va a empeorar mucho. Dicen que todavía no hemos visto nada.
Al cerrar el capítulo 8, Dios envía un ángel para anunciar que tres juicios más alucinantes están a punto de ser liberados. Comienza diciendo: “¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra…!” (Apocalipsis 8:13 - RV1960). A pesar de lo horribles que fueron los primeros cuatro juicios de las trompetas, es como si él dijera que todavía no has visto nada. Cuando suena la quinta trompeta, se envía un ángel del cielo para abrir el abismo. Se eleva tanto humo que el sol y el aire “se oscureció… por el humo del pozo” (Apocalipsis 9:2). Será mucho peor que décadas de incendios forestales en Estados Unidos. A continuación, se desatará un ejército de fuerzas demoníacas, que servirán como agentes de Dios, para herir “… solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes” (Apocalipsis 9:4). Se los describe simbólicamente como “langostas” (Apocalipsis 9:3), que atormentarán, pero no matarán, a los perdidos durante cinco meses. Infligirán tanto dolor que “los hombres buscarán la muerte” (Apocalipsis 9:6), pero Dios no les permitirá encontrarla. Cuando suene la sexta trompeta, cuatro ángeles demoníacos serán desatados para liderar un ejército de 200 millones “a fin de matar a la tercera parte de los hombres” (Apocalipsis 9:15). Una cuarta parte de la humanidad ya habrá probado la muerte (Apocalipsis 6:8). Ahora un tercio de los que quedan serán asesinados. Sin embargo, a pesar de todo esto, “los otros hombres… ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos” (Apocalipsis 9:20). En cambio, se aferran a la adoración de demonios, ídolos de oro y… asesinatos, hechicerías y fornicación. Uno pensaría que todo este sufrimiento, tristeza y dolor pondría fin a la obstinada negativa del hombre a volverse al Señor Jesucristo como su Salvador. Sin embargo, el pecado tendrá un control traicionero sobre estas almas. Además, a aquellos que previamente comprendieron, pero rechazaron, el evangelio durante la Dispensación de la Gracia, se les impondrá una ceguera divina (II Tesalonicenses 2:11). Su destino terrenal y eterno está sellado.
Si conoces a alguien que ha escuchado el evangelio, pero rechazó la fe en el Salvador, comparte con él que no tendrá oportunidad de salvación en la Tribulación. Ahora es el momento de huir de la ira de Dios que está por llegar mientras aún puedan.
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