por el pastor John Fredericksen
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation, y más recientemente su versión en español, Transformación Diaria, a los cuales puede suscribirse siguiendo los enlaces anteriores. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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Sadam Huseín fue un dictador brutal que creía que estaba destinado a gobernar Irak para siempre. Torturó y mató a voluntad, incluso atacando con gases venenosos a sus propios compatriotas. Desafiando las advertencias de Occidente, continuó cometiendo atrocidades, incluida la invasión de países vecinos. Al final, fue derrocado por una coalición mundial. Huyendo de estas tropas y de sus compañeros iraquíes, se escondió durante ocho meses en túneles hasta que fue capturado y ejecutado por su propio pueblo. Este hombre que alguna vez fue altivo y despiadado fue humillado y luego llevado ante la justicia en la horca.
Juan vio a los futuros mártires de la Tribulación pidiendo a Dios que juzgara a sus perseguidores y vengara su sangre (Apocalipsis 6:10). Cuando Cristo abre el sexto sello del libro junto a Su trono, revela juicios cósmicos divinos que tendrán un impacto devastador en la Tierra durante la Tribulación. “Un gran terremoto” será tan intenso que “todo monte y toda isla se removió [o se removerán] de su lugar” (Apocalipsis 6:12,14 - RV1960). El “el sol se puso negro como tela de cilicio” (Apocalipsis 6:12), lo que indica una oscuridad tan intensa que el día será tan oscuro como la noche. “Y la luna se volvió toda como sangre” (Apocalipsis 6:12). A partir del 7 y 8 de octubre de 2014, en intervalos separados de seis meses, ocurrió un fenómeno llamado “luna de sangre”, porque cada luna llena aparecía muy roja. En la Tribulación será la advertencia de Dios al hombre de que le espera una gran pérdida de vidas. Las estrellas caerán del cielo y ocurrirán eventos dinámicos en los cielos (Apocalipsis 6:14). Nadie, desde reyes hasta esclavos, podrá escapar (Apocalipsis 6:15). Estas catástrofes estarán diseñadas para atraer a los hombres a la fe en el Señor Jesucristo. Obstinadamente, en lugar de invocar al Salvador con fe, la mayoría huirá de Él. Invocarán a las montañas para que los oculten “del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero” (Apocalipsis 6:16). Los no salvos, algunos de los cuales antes fueron perseguidores crueles y violentos, serán humillados en los juicios de Dios sobre la tierra. Pero a todos se les dará la oportunidad de escapar del juicio eterno si se vuelven con fe al Señor Jesús. Muchos no lo harán, pero como veremos más adelante, muchos serán salvos durante este tiempo.
Nosotros hoy, que conocemos a Cristo como Salvador, no debemos temer estos futuros tiempos difíciles, porque hemos sido liberados “de la ira venidera” (I Tesalonicenses 1:10). Pero debemos advertir a otros para que puedan escapar de estos juicios futuros en la tierra y del castigo eterno, confiando ahora en la obra consumada del Señor Jesucristo. Avisa a alguien hoy.
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