por el pastor Kevin Sadler
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Two Minutes with the Bible. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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Existe una tendencia en nuestra naturaleza humana a ir a los extremos, y algunos le dan una devoción extrema a un líder espiritual. Puede haber una creencia en la inerrancia de aquel que eligen seguir. Si hay alguna doctrina errónea en sus enseñanzas y creencias, a menudo la ocultan bajo la alfombra debido a la lealtad a un hombre más que a la Palabra.
Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? (1 Corintios 3:4 - RV1960)
Como lo hicieron los corintios, todavía encontramos miembros del Cuerpo de Cristo defendiendo a un líder espiritual sobre otro. Esto produce división y contención en la Iglesia (1 Corintios 1:10-12). Es importante que recordemos que no importa cuán eficaz o elocuente sea un maestro de la Biblia, él es solo un ser humano; comete errores y tiene defectos y debilidades. Siempre debemos ser bereanos en lo que se enseña en la Palabra de Dios (Hechos 17:11), incluido lo que enseñan aquellos en quienes confiamos.
¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. (1 Corintios 3:5)
Los predicadores y maestros de la Palabra son “ministros” o servidores para llevar a las personas a Cristo y establecerlas en la fe. No es prudente elevar a los sirvientes al rango de amo. Si bien debemos tenerlos “en mucha estima y amor por causa de su obra” (1 Tesalonicenses 5:13), nuestra devoción pertenece al Señor Jesucristo. Si seguimos a un hombre mortal, nos encaminamos a la desilusión. Pero nunca estaremos decepcionados cuando mantengamos nuestros ojos en el Señor.
En el otro lado de la moneda, el pecado, el egoísmo y el orgullo pueden llevar a algunos pastores y maestros a desear seguidores, aceptar la adoración, y erigirse como autoridad en las Escrituras. Debemos estar atentos a este tipo de actitud entre los líderes espirituales. El verdadero pastor es alguien que dirige a las personas, no hacia sí mismo, sino hacia el Señor, “para que en todo tenga la preeminencia” (Colosenses 1:18). Los líderes piadosos desean que el pueblo de Dios siga a Cristo, Su Palabra y su sana doctrina.
Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. (1 Corintios 3:6-7)
Pablo muestra por qué nunca debemos gloriarnos de un hombre en el ministerio. Enseña que el siervo que planta las semillas del evangelio no es nada. Asimismo, el siervo que riega las semillas del evangelio no es nada. El hombre no tiene el poder de producir vida o fruto espiritual. “Pero Dios”, el Dios que da el crecimiento, la vida y el fruto en el ministerio, Él es todo. Por lo tanto, nuestro enfoque no debería centrarse en seguir a este líder o a aquel hombre. En la Iglesia, debemos ser uno en nuestro deseo de seguir al Señor y darle al Dios del crecimiento el honor y la gloria que merece.
Así que, ninguno se gloríe en los hombres (1 Corintios 3:21)
Al lector (por Berean Bible Society): Algunos de nuestros artículos de Dos minutos fueron escritos hace años por el pastor C. R. Stam para publicarse en periódicos. Cuando muchos de estos artículos se compilaron posteriormente en forma de libro, el pastor Stam escribió esta palabra de explicación en el prefacio: "Hay que tener en cuenta que la columna del periódico, Dos minutos con la Biblia, se publica desde hace muchos años, por lo que los acontecimientos locales, nacionales e internacionales se discuten como si hubieran ocurrido recientemente. En lugar de reescribir o fechar estos artículos, los hemos dejado tal como estaban cuando se publicaron por primera vez. Esto, nos pareció, añadiría interés, especialmente porque nuestros lectores saben que aparecieron por primera vez como artículos de periódico". A esto añadiríamos que lo mismo ocurre con los artículos escritos por otros que seguimos añadiendo, periódicamente, a la biblioteca de Dos minutos. Esperamos que esté de acuerdo en que, aunque algunas de las referencias de estos artículos son de hace tiempo, las verdades espirituales que enseñan son atemporales.
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