por el pastor John Fredericksen
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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Un viejo chiste se refiere a un abuelo y una abuela ancianos que conducían por la carretera en su automóvil. La abuela se da vuelta y dice: “¿Recuerdas cuando íbamos a conducir todos los domingos?” “Sí”, dice el abuelo. “¿Recuerdas cuando nos sentábamos tan cerca que no podíamos poner ni un trozo de papel entre nosotros?” “Sí”, dice el abuelo. “¿Por qué ya no nos sentamos así juntos?” El abuelo se vuelve hacia la abuela y le dice: “No me he movido”.
Si sientes que Dios está lejos, recuerda que Dios no se ha movido. Él creó a la humanidad para una comunión estrecha y regular, como lo vemos por la voz de Dios cuando caminaba en el Jardín con Adán y Eva (Génesis 3:8). Fue su elección de experimentar el pecado lo que hizo que Adán y Eva se escondieran de Su presencia. El pecado trajo temor de Dios, los alejó del Señor, les hizo descuidar su relación con Él y adormeció espiritualmente sus corazones. La buena noticia es que el perdón de Dios renueva nuestro amor por Él y nuestro deseo de estar en Su presencia. Especialmente en la Dispensación de la Gracia, el perdón es un estado constante para nosotros, ya sea que lo sintamos así o no (Colosenses 2:13). Él no se distancia de nosotros cuando pecamos, porque su gracia y la sangre de Cristo cubren nuestros pecados. Él sigue deseando nuestra estrecha comunión. Además, las Escrituras abundan en estímulos para nosotros: “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros” (Santiago 4:8 - RV1960). De hecho Él “… no está lejos de cada uno de nosotros…” (Hechos 17:27). Asimismo, Jeremías 23:23 pregunta: “¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos?” La feliz respuesta es: “Sí”. Él está cerca. Todo lo que tenemos que hacer es agradecerle por Su misericordia y perdón, continuar en oración, volver a las Escrituras y buscar una comunión diaria constante con Él. A medida que nos acercamos a Él, Él siempre se acercará a nosotros. Nuestro caminar con el Señor puede ser tan dulce y cercano como lo era cuando estábamos en nuestro punto más fuerte espiritualmente. El salmista prometió: “Cercano está Jehová a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras” (Salmos 145:18).
Si tu caminar diario se ha alejado del Señor hacia un clima espiritual frío o árido, no tiene por qué permanecer así. Ahora mismo, acércate a Dios, y Él se acercará a ti. Él te está esperando.
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