por el pastor John Fredericksen
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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En un episodio de la NBC del 2015 de la serie Chicago P.D., un candidato a policía que había estado trabajando en la estación de policía fue brutalmente asesinado. Los oficiales del distrito querían que la ciudad pagara una lápida y una placa en honor a este camarada. Pero un funcionario de la ciudad se negó a liberar los fondos. Sin embargo, el sargento Hank Voight tenía ventaja sobre este funcionario. Le informó sobre un expediente incriminatorio sobre este funcionario y amenazó con hacerlo público a menos que aprobara esta financiación. Con esta poderosa influencia, el funcionario rápidamente cambió de opinión.
Antes de que Pablo escribiera su segunda epístola a los Corintios, uno de los creyentes en esta asamblea había estado practicando una inmoralidad flagrante y grave. Apropiadamente, y con las instrucciones de Pablo, muchos en la iglesia habían infligido a este individuo el castigo de retirarle su comunión y expulsarlo de la iglesia (II Corintios 2:6). Afortunadamente, la presión positiva de sus compañeros había dado una buena cosecha espiritual. Este creyente se arrepintió, cambió su comportamiento y demostró que su cambio era genuino. Ahora Pablo escribe, instando a toda la iglesia a “… perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza” (II Corintios 2:7). No serviría de nada continuar castigando a este creyente que había cambiado de conducta. En cambio, debían seguir el ejemplo de Pablo cuando les dice: “… por amor a vosotros lo perdoné en la persona de Cristo” (2 Corintios 2:10). Debían confirmar su amor a este santo recibiéndolo nuevamente en la comunidad de la iglesia (v.8). Pablo les dice que lo hagan: “Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones” (II Corintios 2:11). Normalmente, podríamos pensar que las artimañas de Satanás son mentiras, engaño espiritual, inmoralidad, adicción, apatía o cegar los ojos de los perdidos al evangelio. Si bien todo esto está en la caja de herramientas de Satanás, una de sus herramientas más efectivas es influir en los cristianos para que se nieguen a perdonar a sus compañeros creyentes. Cuando esto sucede, le roba al que no perdona la paz, el gozo, el crecimiento espiritual y un testimonio apropiado de Cristo. Rara vez duele tanto al malhechor como al perjudicado. Pero la falta de perdón por parte de los creyentes puede llevar a un santo pecador a una profunda tristeza y a una forma de vida mundana.
Querido creyente, no permitas que Satanás obtenga una ventaja sobre ti al negarte a perdonar a tu prójimo creyente, comprado con sangre. En cambio, “… sed benignos… perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios 4:32).
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